Hay algo peor que enfrentarte a una hoja en blanco…y es no saber como llenarla. Durante meses las musas no vinieron a mi, se fueron, huyeron a “Las Vegas” a Toronto o a “Nunca Jamás”, que se yo. La desesperación se apoderó de mi, sin saber como encontrarlas, como hallar su escondite, para raptarlas a lo “Siete Novias para Siete hermanos” y bailar con ellas toda la noche. Entonces un día llamaron a mi puerta, y ya se quedaron conmigo hasta la fecha.
Hace ya unos meses que “El Séptimo” mi segundo guión cinematográfico esta cogiendo forma. La idea hace tiempo que la tenía en mi atormentada cabeza, una historia de miedos, de sueños, de recuerdos. La trama? Unos amigos de la infancia se reencuentran para vivir su última aventura, o mejor dicho, su última pesadilla. Para Navidades habrá ya una versión “amb cara i ulls”. Y luego a mover el culo. Las hojas en blanco han pasado a garabatos, anotaciones y sueños pasados a papel.
Escribir es una las cosas más gratificantes de la vida, sin duda. Sin duda es la segunda, la primera por supuesto es ser padre, aunque pensándolo bien, escribir es lo más parecido a ser padre. Doblemente padre pues.
“El Séptimo” llama a tu puerta.